jueves, 27 de agosto de 2009

EL “CIUDADANO” PERFECTO PARA UNA NACION CORRUPTA


EL “CIUDADANO” PERFECTO PARA UNA NACION CORRUPTA

Por: Luther Blisset

El ciudadano perfecto para una narco-democracia ha sido creado, clonado y patentado en Batraxia-Logormia. Años de trabajo e investigaciones científicas, que aunaron los esfuerzos de biólogos, sociólogos, antropólogos y comunicadores sociales; por fin han dado como resultado, una criatura excepcional, un ente que reacciona de manera dócil y emotiva ante el poder. Se hace el de la vista gorda ante los atropellos del estado, ya que su capacidad de indignación ha sido golpeada, moldeada y adaptada a su espíritu mediocre. Es el ciudadano que ha sido intoxicado cuidadosamente por la propaganda política, ya que esta no se dirige a los intelectuales sino a la masa (como dijera Goebels, el flamante ministro de la propaganda nazi). Responde a las provocaciones con el corazón y no con el razonamiento. Enamorado del autoritarismo inclina su cabeza cual siervo de la gleba ya que en su interior lo que desea es el sadismo del metal y el látigo sobre su lomo de bestia mansa. Los atropellos de la autoridad exacerban sus sentidos, y los abusos de la fuerza publica lo llevan al delirio. Siendo como lo son, la mayoría de estos ejemplares, (especies de zombis lobotomizados por el establecimiento) originarios de las clases más pobres y más golpeadas por las desigualdades económicas, ya la no les importa, han sido suprimidos sus sentimientos de dignidad, el disquete de su cerebro ha sido formateado para grabar consignas y veneno, y además, lubricarlo con una sustancia coloidal semejante al aceite mineral que corre por las venas de los esclavos.

La clase política que dirige Batraxia se siente viviendo en un jardín en donde sus fechorías le sirven de plataforma para su evolución y desarrollo; es una bestia hibrida del mil cabezas que ha entrampado la sociedad de Batraxia y que mama cada vez, con mayor voracidad, del presupuesto de un país de miserables. Un país que vive inmerso todo el año en campaña política, no tiene horizontes ni futuro. Es el único país del mundo en donde los políticos legislan para ellos todo el año, sus coimas, sus chanchullos sus serruchos, sus prebendas, sus privilegios, sus asuntos judiciales; pero, para beficiar al pueblo, no legislan, no intervienen, no hacen una sola propuesta. Recientemente en Batraxia, se trató de sacar adelante una ley sobre las reservas hídricas de la republica, declarando el agua patrimonio público y derecho social. La inmensa mayoría de los senadores y los congresistas le dieron una voltereta semántica al proyecto y lo dejaron en sus justas proporciones de inequidad: –agua privatizada a precios de usura para el pueblo, y mínimos impuestos para algunos consorcios y monopolios de los refrescos y las colas–, un verdadero crimen, en uno de los países con mayores recursos hídricos de América Latina. El resto del año la clase política legisla para su lucro y el de sus amigos en la rosco-cracia, mientras manipulan para exculparse mutuamente y se afanan para perpetuarse en el poder.

El presupuesto multimillonario que se gasta en propagandas política oficial desde hace 20 años en Batraxia, se hubiese podido gastar en educación, vivienda y salud, solucionando algunos de estos problemas (según economistas europeos) por (10) diez años. Y el presupuesto que se gastan en armamentismo y guerra desde hace dos décadas con el pretexto de la guerra contra el terror y el narcotráfico hubiese podido solucionar el problema de la tierra en Colombia con una proyección de sostenibilidad ecológica a (20) años. No, los dignatarios de Batraxia no se paran ante pequeñeces, están de jarana política todo el tiempo ; han armado un ejercito como para intervenir en un conflicto externo, y han decidido envenenar sus fronteras y selvas del sur, en donde se ocultan los rebeldes y los sediciosos; los colonos del hambre; las tribus y pueblos de las culturas autóctonas; los oscuros cimarrones.

Solo la fuerza de las armas no es capaz de mantener a un pueblo en la ignorancia, se requieren también de los artificios de la propaganda y la prensa, cooptadas por los poderes estatales. Que algunos ministros y buena parte de la nomenclatura, estén comiendo de la torta burocrática en franca amancebamiento con la prensa del gran capital, es sinónimo de unanimismo fabricado y consenso artificial. De aquí a 1984 de George Orwell no hay más que un paso. Primero doblegar la resistencia espiritual mediante el hambre, después adoctrinar e intoxicar con la propagada patriotera y por ultimo azotar con el látigo y la madera. Para que las masas marchen al compás de la comparsa.

“Batracia-Logormia republica de los caines, país de los esclavos y patria de los cobardes. Vergüenza de los menesterosos y rosal del capital”. Dijo un poeta panfletario de comienzos del siglo pasado refiriéndose a este inhóspito territorio.

Este ciudadano siervo, es la criatura mezquina y cobarde por excelencia. No afronta los problemas con soluciones de razón y de inteligencia, cree que los problemas se solucionan mediante el uso desmedido de la fuerza, la arbitrariedad y la guerra. Sin embargo se escuda detrás de un ejército profesional de asesinos, ya que él mismo, a la hora de una confrontación, escurriría el bulto y saldría huyendo del frente.

Es por esto que el ciudadano perfecto para la republica de la amnesia es el que aplaude cuando el imperio del norte viene y pisa fuerte sobre sus bases militares, sentirse protegido a la sombra del gran feudal es propio del pensamiento vasallo que es inherente a la masa patriotera. No importa que se hubiesen conmemorado recientemente las efemérides de la independencia de imperio colonial español. El ciudadano perfecto de Batraxia quiere sentir el poder de las armas sobre su espalda, para de esa manera, sentirse seguro. No importa que en su mesa, el único pan que se sirva sea un carbúnculo negro adobado con el cornezuelo del centeno.

El pueblo de Batraxia ha sido golpeado, primero con una dieta de palabrería hueca, discurso alienante y autoritario; luego, con los sofismas de la guerra. Embrutecido por los medios masivos de alineación que machacan consignas contra los países vecinos y siembran los rencores espurios, marchan todos estos civiles de-mentes, mostrando las fauces de los perros de la guerra.

Batraxia, a pesar de que algunos se jactan de vivir en una nacion soberana independiente (según los creadores de opinión pública, que peroran y pontifican en los diarios oficiales y los afectos al regimen), no pasa de ser una neo-colonia y una republiqueta sumisa, en donde un puñado de gángsteres se tomaron el poder a punta de sangre y dólares. El imperio tolera (mientras sus compañías estén bien preservadas de los ataques de la insurgencia), todo tipo de gobiernos. Ellos tienen bien guardados a sus “hijos de puta” (gobernantes abyectos) siempre y cuando estos estén inclinados, lamiendo sus botines y esquilmando a sus pueblos para beneficio de los capitalistas del norte. El ciudadano que vive bajo la bota del imperio apenas suda para pagar los impuestos y escasamente comprar el pan y el acceso al circo.

Como ya no hay circo está la T.V. los héroes de la T.V. de Batraxia y de Logormia son los mafiosos, los chulos, los ladrones, los políticos corruptos toda la farsa de Batraxia pasa por la pantalla delineando y dando peso especifico a ese esperpento caricaturesco, que es de una u otra forma, es el ciudadano enajenado de Batraxia; una mixtura entre un esclavo tecnológico y siervo medieval. Quienes tratan de salirse del esquema y afrontar la vida como hombres libres, de repente, son estigmatizados por el resto del rebaño, quienes les acusan de terroristas, muchos de ello terminan en la fosa común de los crímenes de estado. Los ciudadanos que disienten son considerados objetivos militares y todo el aparatich se pone en marcha para intervenir sus teléfonos, violar sus correos y llegado el caso apretar las tuercas; el celo que ponen en estos menesteres los tristes funcionarios, solo es comparable con el de algunas policías del mundo como el Mossad israelí, la CIA americana, y la desaparecida Stasi alemana. Si eso no funciona se llega a la decisión de aplicar la pena de muerte. Que en Batraxia se le llama “falso positivo”. Eufemismo de carácter militar que pretende minimizar el impacto de las noticias en la gente.

Batraxia es una narco-democracia que quiere imponer una disciplina (M.M) mental-militar sobre la ciudadanía es uno de los países con mas policías y militares en el mapa continental, y los tienen para controlar, vigilar y castigar; además de contener a los miles de indigentes, menesterosos, hambrientos y miserables que son expulsados de los campos y van a dar a las ciudades, es decir los nuevos bárbaros que en Batraxia ya están en los cinturones de miseria incubando las rebeliones sangrientas del futuro. Se podría decir con Charles Baudelaire: “Con que hay un país soberbio en que al pan le llama pastel, golosina tan rara que basta para engendrar una guerra perfectamente fratricida”.Para desgracia de todos, de esta inequidad vergonzosa saldrán los futuros Espartacos, Raskolnikofs y los Jean Valjean quienes transformados en criaturas violentas por la injusticia y la miseria –pero ya sin esperanza de redención–, dirigirán las huestes hambrientas del futuro. Eso no será nada raro, y es de esperarse, que algunos jóvenes en el futuro, reivindiquen la consigna de Jefferson y abonen el árbol de la libertad con la sangre de algunos tiranos.

De alguna manera en Batraxia se crean redes contraculturales de resistencia, están surgiendo nuevas colectividades de pensamiento libre y ciudadanía conciente, muchos jóvenes se desenganchan de los discursos del sistema, (son asistidos por redes que hackean sus cerebros y destruyen los chips de unanimismo mediático que han sido implantados en sus cajas negras). Otros ponen en tela de juicio los discursos oficiales y los ridiculizan, y los más radicales lo minan desde todos los ángulos. Se están dando cuenta que su "patria-territorio-nación" se lo están repartiendo una camarillas de cerdos y facoceros ungidos por los votos comprados a sangre y fuego. Se impone el saboteo mediático, el terrorismo cultural, la asonada estética, y la guerrilla poética; física y masiva; virtual y transparente. Internet es una de las herramientas más necesarias para construir redes de apertura dentro de los bosques amurallados de las ciudades sitiadas. La participación de la juventud de Batraxia en redes de desintoxicación y de apertura de conciencia es uno de los rasgos importantes de los tiempos que corren.
No hay tiempo que perder, se debe actuar ahora. Los esbirros del establecimiento se están emponderando en muchos puntos nerviosos de la geografía, se afianzan como ladillas a la camarilla del estado, ya que no quieren perder sus privilegios, pagar sus cuentas con la justicia, ni quieren ir a los tribunales internacionales que los castigarán tarde que temprano por crímenes de estado.

La era de los virus libertarios vienen de la mano con la practica de los hackers de la conciencia. Se ponen también al orden del día, El acktionen (actividades artísticas en donde la comunidad sea partícipe, cuestionada, y accionada por los jóvenes artistas); los T.A.Z (territorios liberados del lenguaje y la vigilancia de la nomenclatura de Batraxia);los Flashmobs de caracter no solo lúdico sino tambien reinvindicativo y de denuncia; los Potlatch libertarios con la toma del espacio público y las grandes fiestas de desobediencia civil; la abstención militante en los referendos del gran hermano; los Happenings de la rebeldía; la objeción de conciencia (para no engrosar las filas de un ejercito corrupto y criminal); la contra-propaganda que desnude la farsa del conventillo de los iluminati, quienes practican sacrificios humanos sobre las mesas de mármol de los castillos versallescos, en Babelia-Babilonia.

La condiciones están dadas para la gran fiesta libertaria, apenas comienzan a sonar los tambores, será un hermoso espectáculo para el sol del amanecer.

Luther Blisset
Batraxia/ Logormia
2009